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Una acción que busca proteger el hogar de los pájaros nocturnos en Zipaquirá


Un testimonio vivo del amor que esta comunidad alberga por su tierra,


La transcurrida Carrera 16 (Av.15), cerca de la Calle 5 en el municipio de Zipaquirá (Cundinamarca), es una zona rodeada de algunos árboles que forman la principal vía de acceso a la “Capital Salinera de Colombia”. Entre estos, destaca un árbol particular, el Stenocarpus sinuatus, más conocido como el árbol rueda de fuego.



Lo que llama la atención no es solo su belleza, sino un letrero que oscila al ritmo del viento, expresando: “Por favor no podar, ni cortar la rueda, hay nidos de pajaritos y duermen en la noche”. Un mensaje hace eco del respeto y la protección que la comunidad zipaquireña brinda a las aves que han encontrado refugio entre sus ramas.


Este acto de compasión refleja la profunda conexión de los habitantes de Zipaquirá con su entorno natural, demostrando una admirable sensibilidad y un compromiso genuino por preservar la biodiversidad local, que se ha visto consumada por la construcción de edificios, la tala de árboles, los recientes incendios forestales y otros factores. Es un testimonio vivo del amor que esta comunidad alberga por su tierra, destacando la importancia de la coexistencia armónica entre humanos y naturaleza.

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